El grupo de estudiantes del Programa de Formación Bíblica y Teológica de CEDEPCA han estado reflexionando en diferentes perspectivas teológicas y eclesiales acerca del Espíritu Santo por medio del curso “Pneumatología y Eclesiología”. Releyendo el texto bíblico y algunas importantes fuentes bibliográficas se han provocado interesantísimas ideas que desafían a nuevas prácticas pastorales inspiradas en una espiritualidad concreta para nuestro contexto. Una de las estudiantes refiere al respecto:
En muchas ocasiones se ha cometido el error de separar a Dios y al mundo, como dos enemigos que ponen muros para no molestarse entre ellos. El Espíritu busca cambiar este panorama erróneo, se entiende que la humanidad y la divinidad no pueden estar separados, ya que el ser humano siempre tiene que tener una comunión íntima con su creador…”
Este comentario es el reflejo de un análisis importante sobre la presencia y actividad del Espíritu Santo en el curso de la historia y no solamente en el ámbito eclesial. En esta dirección, el estudio de este tema conduce a la formación de un criterio muy concreto sobre una espiritualidad renovada y altamente comprometida con el reino de Dios, sabiendo que “el reino es justicia, paz y gozo en el Espíritu”.