Reflexión presentada por la Reverenda Neli Miranda, decana del Seminario Camino de Emaús de CEDEPCA, en ocasión de la visita de los hermanos y hermanas de los Presbiterios de Peaks y James de los Estados Unidos a Guatemala.
Este es el problema, somos una sociedad llamada cristiana, pero viviendo en el individualismo; no nos pensamos como comunidad. Así que oramos individualmente y pedimos por nuestras propias necesidades; vivimos nuestras luchas individualmente y también recibimos “bendiciones” individualmente.
El Evangelio del último domingo nos trajo la oración del Padre Nuestro, la más bella de las oraciones cristianas y la única que Jesús enseñó. Esta oración también ha sido individualizada; aun cuando se dice dentro de una liturgia comunitaria, las personas la individualizan, quieren su propia oración. Más esta oración nació en comunidad y debe ser rezada u orada en comunidad, porque cuando la decimos en comunidad, proclamamos el Reinado de Dios en nuestro medio, un Reinado donde las bendiciones son para toda la comunidad. «