El Día Mundial de la Asistencia Humanitaria tiene lugar cada 19 de Agosto y fue instituido desde el 2003, fecha del atentado contra la sede de las Naciones Unidas (ONU) en Bagdad, Iraq en el 2003. Ban Ki-moon, Secretario General de la ONU, dice sobre este día: “El Día Mundial de la Asistencia Humanitaria es un recordatorio anual de la necesidad de actuar para aliviar el sufrimiento. Es también una ocasión para honrar a los trabajadores humanitarios y los voluntarios que se afanan en la primera línea de las crisis. Quiero rendir homenaje a los entregados hombres y mujeres que afrontan peligros para ayudar a otros que afrontan riesgos aún mayores.”

La organización UNFPA, El Fondo de Población de las Naciones Unidas ha señalado que en la actualidad hay más de 100 millones de personas con necesidad de asistencia humanitaria, el mayor número desde el fin de la Segunda Guerra Mundial. Estas personas padecen la falta de un lugar seguro para vivir; sufren hambre, sed, enfermedades, y todo tipo de amenazas a su integridad física, mental y emocional.

Los conflictos políticos y el cambio climático, son señalados, como dos de las principales causas que provocan estas crisis. Como denominador común de ambas causas podemos encontrar la intención de un grupo de poderosos que controlan y dominan la vida y el destino de millones de personas hoy. Estas formas de gobierno humano, buscan sus propios intereses y su bien vivir; más no el de toda la población.

Lamentablemente, siempre han existido estos grupos que empobrecen y marginan a las personas más débiles de los pueblos, provocando así su sufrimiento. Afortunadamente, también han existido personas que buscan la justicia en medio de los pueblos y que, con acciones solidarias buscan aliviar y eliminar este sufrimiento.

La Biblia nos dice que Dios es el primer ser justo y solidario con los pueblos oprimidos. El libro de Éxodo relata cómo Dios escuchó el clamor de un pueblo que vivía una severa crisis en Egipto, bajo el poder de Faraón. Allá sufrían la vida de esclavitud en todas sus dimensiones, incluyendo el temor de la extinción de su descendencia bajo las amenazas del genocida Faraón. Más Dios, quien escucha el clamor de las personas oprimidas, llamó a un equipo de mujeres y hombres para trabajar en la liberación de este pueblo esclavo.

Después de su liberación, este pueblo caminó por varios años hacia una tierra segura. Durante su peregrinaje, Dios les enseñó a ser un pueblo justo y a vivir en solidaridad; de tal manera que no se diera una vez más el sufrimiento padecido en Egipto. Así este pueblo fue llamado para enseñar estas nuevas prácticas de solidaridad a las naciones vecinas.

La historia de este pueblo confirma que los intereses particulares de grupos poderosos y dominantes, someten a los pueblos a crisis; ya que no pasó mucho tiempo para que este pueblo cayera una vez más bajo crisis. Un grupo de poderosos, constituidos en la monarquía, los sometieron y los esclavizaron en su propia tierra. Entonces, Dios envió a sus profetas para denunciar las injusticias y para pedir a los dirigentes que volvieran al Derecho y a la Justicia; más la monarquía, el sacerdocio y los principales del pueblo, no escucharon el llamado. Fue así como, unos terminaron invadidos por pueblos vecinos, y otros en el exilio. Estas experiencias duras no cambiaron mucho las prácticas opresivas de estos dirigentes. Al final, los grupos empobrecidos y débiles continuaron en un estado permanente de crisis.

La misión de Jesús se desarrolló en medio de este pueblo sufriente. Para este momento, el pueblo sufría, no sólo los abusos de sus propios dirigentes, sino los abusos de la dominación romana. Esta situación bien podría ser llamada una crisis humanitaria, porque el pueblo vivía en gran precariedad; había muchas personas indigentes, con hambre, con enfermedades y sin ninguna ayuda.

En medio de este contexto de crisis, Jesús anunció la liberación de Dios; pero juntamente con su anuncio, accionó a favor de las personas, porque Jesús es un humanitario, un amante de la humanidad, especialmente de la humanidad sufriente.

En tan solo un capítulo – Mateo 9 – encontramos que Jesús sanó a seis personas: un paralítico, dos mujeres: una adulta y una niña, dos ciegos y un mudo. ¡Tanta gente necesitada y ni los religiosos, ni los gobernantes se preocupaban! Más Jesús y su comunidad, recorrían las ciudades y aldeas, no sólo para anunciar la presencia del Reinado de Dios, sino también para aliviar las dolencias y sanar enfermedades de las personas.

Jesús sintió verdadera compasión por las personas de su pueblo. Mateo nos dice que: “Al ver a la gente, sintió compasión de ellas, porque estaban cansadas y abatidas, como ovejas que no tienen pastor”. 9,36, y Jesús se convirtió en el pastor de estas personas; Jesús les enseñó sobre el amor de Dios, pero también hizo presente el amor de Dios en su medio, a través de acciones solidarias.

Mateo también nos dice que Jesús se preocupó mucho al ver la escasa atención hacia las personas necesitadas; por eso exclamó: “Ciertamente la cosecha es mucha, pero los trabajadores son pocos. Por eso, pidan ustedes al Dueño de la cosecha que mande trabajadores a recogerla”. 9,37-38 DHH. Con esto, Jesús imploraba a quienes le seguían para actuar en solidaridad y compasión hacia la gente sufriente.

Jesús mismo constituyó un equipo de seguidores y seguidoras para trabajar a favor de las personas empobrecidas y sufrientes de su tiempo. Esta comunidad no sólo anunciaba las buenas noticias del Reinado de Dios, sino que, encarnaban esas buenas noticias a través de acciones solidarias. Esta comunidad veló para que no hubiera personas necesitadas en su medio. Así lo atestigua el libro de los Hechos 2,43-46.

Hoy, seguimos encontrados esos rostros de personas cansadas y abatidas que no encuentran ayuda, que no tienen un pastor. ¡El sistema no ha cambiado mucho! Sin embargo, en medio de esta realidad, la comunidad de Jesús sigue encarnando las buenas noticias de Dios. Dios, Jesús y su comunidad, trabajamos hoy en unidad para llevar alivio a las personas necesitadas. Dios Jesús y su comunidad llevamos hoy asistencia humanitaria, cuando ofrecemos consuelo a través de una oración, cuando ofrecemos alimentos, agua, medicina, educación, etc., a las personas necesitadas en nuestras comunidades. Así que, cada persona involucrada en acciones para prevenir, reducir y eliminar el sufrimiento en el mundo de hoy, se constituye en una trabajadora humanitaria; a la vez, se constituye en una ciudadana del nuevo orden proclamado por Jesús: El Reinado de Dios.

Hoy, queremos dar gracias a Dios por la vida de todas las personas que trabajan en su mies, por las trabajadoras y trabajadores humanitarios que han escuchado la voz de Jesús para trabajar a favor de los grupos empobrecidos y marginados. Queremos celebrar la vida de las personas trabajadoras humanitarias que sirven en nuestro país y en todo el mundo. Queremos celebrar a esas personas que producen tranquilidad o una sonrisa en los rostros de las personas cansadas y abatidas. Queremos celebrar a las organizaciones nacionales e internacionales que trabajan a favor de las personas que sufren. Queremos celebrar a la comunidad de Jesús que fiel a su maestro, camina por ciudades y aldeas anunciado, el Reinado de Dios, denunciando las injusticias y trabajando con sus propias manos en la construcción de una nueva humanidad.

Con todo, ¡La cosecha sigue siendo mucha, pero las personas trabajadoras, siguen siendo pocas!

Oramos pues, para que el Dios que escucha el clamor de los pueblos oprimidos, hable constantemente a nuestros oídos y corazones y nos envíe a su mies. Oramos para que Dios nos dé el coraje de denunciar y hacer caer las estructuras de pecado, que siguen provocando sufrimiento a millones de personas hoy. Oramos para que Jesús el buen Pastor, que siente compasión por el dolor de la humanidad, nos acompañe en nuestro camino para llevar consuelo y alivio a las personas cansadas y abatidas de hoy. AMEN.

R.P. Neli Miranda. Decana del Seminario Camino de Emaús de CEDEPCA.Reflexión en ocasión de la celebración del Día Mundial de la Asistencia Humanitaria.

Referencias:

  1. http://www.un.org/es/events/humanit…
  2. http://www.un.org/spanish/News/stor…