Mujeres empoderadas en camino a la soberanía alimentaria

PASTORAL DE LAS MUJERES -CEDEPCA-

 

A dos años del inicio de la pandemia, todas hemos tenido que reinventar la manera en que hacíamos las cosas a las que estábamos acostumbradas y en algunos casos hemos tenido que hacer cosas completamente nuevas. Sin duda el proceso de la pandemia ha sido un desafío para todas y todos, pero a lo largo de ésta hemos aprendido mucho, tal es el caso de las mujeres de la asociación Corazón de Mujer (Ranm Ixoqi’ en idioma maya kaqchikel).

 

La asociación Corazón de Mujer, es un grupo de mujeres conformado derivado del desplazamiento durante la década de 1980 por el conflicto armado interno, ocurrido en Guatemala entre 1960 hasta 1996 con la firma de los acuerdos de paz. Este grupo de mujeres tiene una relación con Pastoral de las Mujeres y CEDEPCA de más de 30 años. Inicialmente las mujeres que participaban de la asociación recibieron los cursos ofrecidos por el programa los cuales reforzaron su autoestima y el conocimiento de sus derechos desde la perspectiva de la fe cristiana. Con el tiempo, las mujeres decidieron organizarse y establecer de manera legal su asociación, esto les ha permitido tener nuevas oportunidades para mejorar su calidad de vida, pues han podido ser parte de proyectos que las han beneficiado grandemente.

 

Antes de la pandemia, las mujeres de la asociación se reunían constantemente para planificar sus actividades, como capacitaciones, celebraciones, recepción y atención de grupos que llegaban a través del Programa de Encuentros Interculturales de CEDEPCA para conocer de sus historias de vida, a realizar actividades con ellas y también a adquirir los productos tejidos que ellas elaboran. Sin embargo, después de la pandemia, ellas pausaron todas las actividades, pues debían permanecer en aislamiento y no tenían otras dinámicas de trabajo.

 

A partir del 2021, Pastoral de las Mujeres en conjunto con el programa de Prevención y Atención de Desastres, propusieron actividades a desarrollar con el grupo de mujeres a manera de brindar nuevos conocimientos y alternativas para contribuir a su desarrollo y la mejora la calidad de vida de las mujeres y sus familias. Las actividades fueron la implementación de un proyecto piloto de un vivero forestal, plantando 200 semillas de árboles de pino y ciprés, con los cuales más adelante se espera realizar una jornada de reforestación. El objetivo principal, es que las mujeres puedan aprender sobre otras actividades que no solamente son actividades educativas, sino que son parte de los compromisos en el cuidado del medio ambiente y aporta a la prevención de desastres. El vivero forestal, también es una oportunidad para que las mujeres puedan reproducir árboles que en un futuro pueden comercializar.

 

Otra de las actividades fue una capacitación sobre huertos familiares como aporte a la soberanía alimentaria de las mujeres y sus familias. A lo largo de los años, cada vez más nos alejamos del conocimiento del proceso de siembra y cosecha de nuestros propios alimentos y también de los procesos naturales de éstos. La propuesta de capacitar sobre el tema de huertos familiares ha sido de compartir sobre la importancia que tiene que las familias puedan vincularse nuevamente con la tierra y la producción de alimentos, pues es muy importante que además de acercarse a los procesos de cultivar sus propios alimentos, las familias puedan decidir qué sembrar, qué comer y en qué momento del año. En esta capacitación se brindó a las mujeres información sobre los tipos de huertos familiares, desde los que pueden hacerse en lugares amplios directamente en la tierra, hasta los que pueden hacerse sembrando en macetas o pequeños contenedores adecuados para espacios pequeños, los factores a tomar en cuenta como el riego, el distanciamiento de siembra y los tiempos de cosecha. Además, se abordó sobre la importancia de cultivar varios tipos de plantas, para que la diversificación de cultivos ayude al control de plagas. Otro de los beneficios de los huertos familiares, es que las familias tienen el control de los abonos a las plantas y la manera de controlar algunas posibles plagas, para evitar el uso de agroquímicos que puedan dañar la salud. Posterior a la capacitación, se entregaron semillas de 5 especies de plantas nativas (miltomate, chipilín, macuy, tomatillo y espinaca) y se capacitó sobre cómo realizar un semillero para la germinación de las semillas que luego se trasplantarán al lugar definitivo de crecimiento.

 

En esta actividad de capacitación sobre huertos familiares, entrega de semillas y elaboración del semillero, realizada en enero del 2022 tuvimos la oportunidad de que nuestra amiga y miembra de la junta directiva de CEDEPCA USA, Cheryl (Esperanza) Rowan, nos acompañara, y ella comparte:

 

Este fue un día emocionante para las mujeres de Corazón de Mujer, ya que hacía tiempo que las mujeres no estaban juntas en su espacio cooperativo en Chimaltenango debido a la pandemia. (…) Pamela Líquez, quien coordina el programa Pastoral de las Mujeres (que tiene experiencia en el campo de la agronomía), instruyó a las mujeres en detalles sobre cómo elegir un espacio para sus huertos familiares, preparar el suelo, plantar las semillas en un “vivero” de semillas y técnicas para después trasplantar las plántulas a un jardín o espacio más grande. Además, compartió con las mujeres la amplia gama de beneficios que se obtienen de los huertos familiares: disponibilidad de alimentos nutritivos al alcance de la mano, menos dependencia de los mercados y participación de las y los miembros de la familia, además de los beneficios para la salud mental de conectarse tangiblemente con la creación de Dios a través del suelo y el sentido de logro que experimentarían.

¡Qué alegría en los rostros de estas mujeres cuando pudieron reunirse nuevamente para experimentar el compañerismo y la alegría de hacer algo tangible y nuevo con sus manos! Se burlaron, se rieron juntas e incluso se arrojaron puñados de tierra en broma.

Al final de la mañana juntas, tenían dos «viveros» de semillas en bandejas con cinco tipos de verduras (miltomate, chipilín, macuy, tomatillo y espinaca) que cuidarán hasta que las plántulas estén listas para trasplantarlas a sus propios huertos y jardines familiares. Este día fue un maravilloso ejemplo de la cooperación entre dos de los programas de CEDEPCA, Pastoral de las Mujeres y Prevención y Atención de Desastres, para crear algo nuevo que abarcaba perfectamente las metas e iniciativas de cada programa y la misión más amplia de CEDEPCA.”

 

Este tipo de actividades, son actividades que buscan aportar de manera integral al empoderamiento de las mujeres y tienen una visión a largo plazo. A su vez, estas actividades no podrían llevarse a cabo si las personas no están bien organizadas y en este caso, el grupo de mujeres de Corazón de Mujer ha sido uno de los grupos ejemplares y de éxito en el caminar de Pastoral de las Mujeres y de CEDEPCA, porque todo inició a través de cursos de autoestima y empoderamiento impartidos por Luz María Coto, Judith Castañeda y Anne Sayre, que fueron reforzados con el acompañamiento integral a las mujeres.

 

Las mujeres de Corazón de Mujer, una vez más nos demuestran que son un ejemplo de crecimiento, aprendizaje y resiliencia, pues a pesar de haber afrontado muchas dificultades, han sabido sobreponerse, han buscado alternativas para salir adelante y siempre han estado abiertas y dispuestas a aprender cosas nuevas.

 

Desde Pastoral de las Mujeres estamos convencidas que continuar trabajando en el fortalecimiento de la autoestima y la dignidad de las mujeres puede aportar grandemente a la solución de las problemáticas que enfrentamos como humanidad.