Actividad de Apertura del Ciclo Académico 2018

Programa de Formación Bíblica Teológica “Camino de Emaús”

Guatemala 20 de Enero de 2018

Al convocar a esta celebración del inicio de actividades educativas del programa FBT para el año 2018 se ha planteado el tema “Teología y Pastoral, un solo proyecto”.  Y para desglosar el tema en sus términos claves enumeramos lo siguiente:

 

  • Teología: discurso acerca de Dios, conocimiento y academia en torno al tema de Dios
  • Pastoral: práctica intencional y reflexionada – práctica del pueblo de Dios y no de un solo personaje eclesial.
  • Proyecto: dirección de actividades que se encuentran interrelacionadas y coordinadas para llevarlas a una meta determinada.

 

Al pensar en nuestra realidad guatemalteca descubrimos que vivimos una enorme diversidad teológica.  Nuestra cultura y tradiciones están llenas de teología.  Semana tras semana los púlpitos de las iglesias están influyendo en la conducta de la población, construyendo o destruyendo en el interior de las mismas.  Hay, entonces, una diversidad discursiva y cúltica; muchos discursos desde diferentes perspectivas acerca de Dios, la iglesia, el pecado, etc. Y muchos cultos, diferentes expresiones de fe según la denominación que se prefiera.  Ante esto, ¿podemos decir que nuestro país goza de riqueza?  ¿Podemos decir que habiendo tanta teología ya lo alcanzamos todo?  ¿Acaso eso nos asegura que el reino de Dios está evidenciándose en nuestro medio?

Sabemos que no es así, que pese a la abundancia teológica y bíblica, Guatemala sufre altos índices de pobreza, de inseguridad, de corrupción, de hambre.  ¿Por qué la realidad de dolor e injusticia de nuestro país?

Tal vez tengamos que considerar que la teología ha caído, como otros saberes, en el utilitarismo, individualismo, consumismo, o religiosidad inhumana y ajena al verdadero evangelio.  Y no es por desvirtuar la formación bíblica teológica, pero es que, incluso desde la academia teológica se evidencia una fe irrelevante, insipiente e incoherente con la vida y obra de Jesucristo.

En este sentido, referimos un importante pensamiento de Elsa Tamez con respecto a la educación teológica:

Uno de los problemas de muchas instituciones teológicas (¿) es que la academia se convierte en un fin en sí mismo. La educación teológica que tiene como raíz la gracia, irradiará gracia cuando la academia se vuelve un medio y no un fin.  Se necesita ir más allá de las discusiones científicas, (denominacionales, doctrinales y del placer intelectual).  Es menester reproducir y multiplicar los sentidos posibles para impactar la vida concreta y efectiva de la comunidad y de las personas en su momento histórico. (Elsa Tamez, Vida y Pensamiento, 1981).

Tamez nos ilumina la realidad de que la formación bíblica y teológica sólo es una herramienta, un equipo, para llevar a cabo las acciones del reino de Dios.  Esto se evidencia en el siguiente diálogo de Jesús con aquel joven rico que buscaba la vida eterna:

Mr.10:19 Los mandamientos sabes: No adulteres. No mates. No hurtes. No digas falso testimonio. No defraudes. Honra a tu padre y a tu madre.

20 El entonces, respondiendo, le dijo: Maestro, todo esto lo he guardado desde mi juventud.

21 Entonces Jesús, mirándole, le amó, y le dijo: Una cosa te falta: anda, vende todo lo que tienes, y dalo a los pobres, y tendrás tesoro en el cielo; y ven, sígueme, tomando tu cruz.

22 Pero él, afligido por esta palabra, se fue triste, porque tenía muchas posesiones.

Distingamos acá el conocimiento teológico, la escritura guardada, versus la práctica y entrega fiel a la causa que debía procurar aquel conocimiento.

Es aquí donde se evidencia la brecha existente entre Teología y Pastoral.  Si el conocimiento bíblico y teológico no asume un compromiso horizontal con la vida atañendo las cuestiones prácticas que contribuyen al desarrollo de todas las personas –sin distinción-; es un proyecto inconcluso!  Sólo será el principio del camino. Sólo un buen arranque.

La riqueza de la academia –conocimiento bíblico teológico- se fermenta en el calor de la práctica pastoral.  Así es como se nos revela Jesucristo, enseñando, pero acompañando a la gente en sus diferentes momentos.  La reflexión bíblica teológica cumple el proyecto del reino de Dios al integrarse en las prácticas pastorales que luchen por el amor, la justicia, la dignificación de todos y todas.  Tamez agrega:

 

Cuando se habla de educación teológica en los seminarios se debe ir más allá del nivel de la academia, pues existe al frente un horizonte al cual se ha optado por vocación: servir a las iglesias, al pueblo de Dios, en fin, servir al reino de Dios.  Y esto en medio de una sociedad que tiende a ser cada vez más inhumana.  (Elsa Tamez, Vida y Pensamiento, 1981)

Avancemos en el esfuerzo de hacer teología desde nuestra realidad, que el Espíritu Santo nos dirija a reflexionar profundamente en nuestra fe; pero avancemos en nuestro compromiso pastoral. Este país nos demanda esa vocación.

La teología no será tan demandada como la ingeniería, medicina, abogacía u otras ramas profesionales, pero, a diferencia de estas, tiene la capacidad de adentrarse en el pensar y sentir cotidiano del pueblo, tiene la capacidad de generar transformaciones profundas en su dignificación y en su esperanza  a partir de la palabra de Dios. Esa es nuestra parte.  Dios nos ayude a hacer teología desde América Latina para generar acciones pastorales que confirmen el reino de Dios entre nosotros y nosotras.

Arnoldo Aguilar